jueves, 31 de octubre de 2013

¡Pasajeros al tren!

Todavía no sé qué hago aquí, seguramente tú tampoco. Pero aquí estamos, con todo este desorden. Una vez leí que en todo desorden puedes encontrar cierto orden, ¿existirá un orden para el desorden?
A veces nuestras vidas son como una habitación desordenada en la que todo parece estar hecho un lío y no encontramos nada con claridad. Pero un día, cuando menos intención tenemos de buscar algo, aparece ese cierto orden del que hablan. El desorden no se marcha, ni tiene intención de ello, pero nos da un respiro y nos deja ver lo que hasta entonces hemos tenido como algo borroso; ya sea una pérdida que nos negamos a aceptar, una oportunidad que no somos capaces de ver, o simplemente un ápice de felicidad que nos llega desde lo más simple.
Sea lo que sea, tengo claro que una vida ordenada acaba por ser aburrida así que he cogido este tren con destino al desorden. Como queda un largo trayecto por delante, tengo tiempo para ordenar mis ideas, pensamientos y sentimientos.¿Os animáis a subiros a este tren conmigo? Última llamada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario